Juicios y prejuicios. Traducciones y traiciones.

Sentemos las bases. No soy crítico, y sé bastante poco de crítica literaria. Por lo que mis juicios permiten una segunda y tercera y cuarta instancia, quedando salvaguardados los derechos del escritor ( esp . el de escribir lo que le dé la gana) y los del lector ( esp . de leer lo que le dé la gana). Dicho esto, que parece un galimatías, he comenzado Lo que el infierno no es , de Alessandro D'Avenia . Hasta ahora, e incluso ahora, me había gustado mucho lo que había leído, pero este libro, es, en mi opinión, ya demasiado italiano. Ya comenté algo parecido en su día, y aquí he tenido la misma sensación . Me gusta mucho Roma, y me gusta lo que conozco de Italia, pero desde mi península. Y esa reacción, la ha provocado la forma de este libro. ¿O es que quizás, las traducciones de César e Isabel son muy disparejas? Aunque no lo he terminado, en El arte de la fragilidad no lo había percibido tan claramente. Tengo un conocido -y ésa sería mi ilusión- que dice que el cine y los li...