Guía de libros para todos

Acabo de terminar (en diagonal, lo reconozco) esta novela juvenil . Me ha dado para reflexionar sobre algunos puntos. 1. Es muy fácil leerse una novela y poner cuatro pegos , que pueden ser verdad o no, y echar por tierra el trabajo de mucho tiempo. Anoto esto, en primer lugar, y como "proyecto de escritor", porque quede reflejado que este libro está bastante trabajado. Aunque no sea novela histórica, se preocupa de recoger algunos datos, términos, descripciones, etc. que habrán exigido una puesta al día y una labor de orden interesante. Mérito que ha de sumarse en la lista de "pros". 2. Dicho esto, árbol va... No, todavía. Otro punto a favor es que me ha recordado cómo las historias deben avanzar a la par que los personajes. Estoy leyendo "por encima" a una Brontë, y es parte del encanto de escritoras de esa talla, y de cualquier novela en general, conseguir que a medida que avance la trama, vayas conociendo mejor a los personajes. Por resumirlo en u

Ayer aproveché para comprar algunos títulos para el club juvenil en la Feria del Libro viejo y de ocasión  de Córdoba. La verdad es que encontré cosas a precios muy curiosos. Por otra parte, constaté que la basura no sólo anega los océanos, sino también muchas inteligencias. Gracias a Dios, ver esa basura ahí significa -por una de las caras de la moneda- que no se deben vender muy bien. Me encontré con el libro de un conocido entre los artículos de ocasión, y me pregunto si ése es el final ineludible o deseable de cualquier carrera de letras. Entre los libros que encontré a muy bajo precio compré un par de ejemplares de unos de ésos de " vive tu propia aventura ", casi a modo de experimento sociológico: intrigado por si los chavales de hoy serán capaces de inmiscuirse en una trama así careciendo de botones o pantallas táctiles. Nada, os dejo, pero os recomendaría dar un voltio por entre las casetas porque, la verdad, hay cosas interesantes. P.D. Uno de los libreros me r

Personaje de fe que hicieron de historia Género: ensayo, divulgación. Nota: 2/5 Todos los públicos. Como sabéis que mi relación con la historia es turbulenta, he confiado en que este libro me permitiera una intro a algunos personajes. Aunque el libro como tal me parece un poco endeble. Enciende mi curiosidad por la persona y biografía de Isabel la Católica, considero útil la reflexión sobre el universo cinematográfico de Ford, pero me parece que no tiene mucho más tirón. Que me perdone el editor, pero el artículo de De Gaulle tiene asomos de hagiografía y bueno, el de Lemaître es interesante pero poco más. Aunque siendo un inculto en estos temas quizás estoy cometiendo un atropello de bulto. Como ejercicio reflexivo me parece interesante porque es cierto que se tiende a omitir, cuando de una personalidad de raíces cristianas se trata, este aspecto tan interesante de un carácter y, sin embargo, cuando las creencias son más excéntricas o curiosas, se es más propicio a carga

Me lo pidió prestado mi hermano. Me llamó la atención por el título -como tantos otros libros- pero no lo suficiente como para quisiera anteponerlo a otros. Pero es cierto que desde mi retorno de vacaciones no había conseguido leer nada. Así que lo guardé para llevárselo a Sevilla, y como no tenía otra alternativa, de rato en rato, y de hojeada en hojeada, me lo acabé leyendo. Interesante al principio (coincidiremos todos, creo), por el esfuerzo de meterse en la mente de una persona con autismo y darnos un poco de luz. Aunque, como no soy un experto, al final más bien me pregunto si funciona así es la mente de un autista o así es como la traduce el autor para poder hacer un libro sobre ella. No sé. En algunas cosas, las cadenas de pensamientos y razonamientos y conclusiones parecen como muy "autistas", pero de repente, aparece una reflexión en al que te planteas, ¿esto es del "autista" o del "autor"? La historia me aparece interesante hasta que "

 Creo que ya conocéis mi abrupta relación con Zweig , aunque ahora mismo no he encontrado un post en el que pensaba que hablaba sobre ello. No soy quién para desdecir ninguno de los elogios que ha recibido este escritor -of course- incluso por mí mismo. Pero a la hora de enfrentarme a sus obras acuden a mí los prejuicios de las veces anteriores, y en parte me desmoraliza, me predispone a superarlo cuanto antes a la vez que intento no dejarme embaucar por su prosa emotivo-psicológica-apoteósica.  Pero no hay forma, y en parte me enfada, porque no he sabido "vencerle", o porque no sé apreciarlo, o porque me ratifica en lo anterior.  En esta ocasión un amigo de veraneo me ha recomendado que me lea "Ardiente secreto"  y lo he hecho. Este verano estaba siendo bastante árido en lo que a lecturas se refiere: y sigue siéndolo. No estoy en condiciones de enfrentarme a un libro, aunque no os voy a contar mi vida aquí.  Este amigo me decía, como el propio prólogo del libr

Sentemos las bases. No soy crítico, y sé bastante poco de crítica literaria. Por lo que mis juicios permiten una segunda y tercera y cuarta instancia, quedando salvaguardados los derechos del escritor ( esp . el de escribir lo que le dé la gana) y los del lector ( esp . de leer lo que le dé la gana). Dicho esto, que parece un galimatías, he comenzado Lo que el infierno no es , de Alessandro D'Avenia . Hasta ahora, e incluso ahora, me había gustado mucho lo que había leído, pero este libro, es, en mi opinión, ya demasiado italiano. Ya comenté algo parecido en su día, y aquí he tenido la misma sensación . Me gusta mucho Roma, y me gusta lo que conozco de Italia, pero desde mi península. Y esa reacción, la ha provocado la forma de este libro. ¿O es que quizás, las traducciones de César e Isabel son muy disparejas? Aunque no lo he terminado, en El arte de la fragilidad no lo había percibido tan claramente. Tengo un conocido -y ésa sería mi ilusión- que dice que el cine y los li

Acabo de terminar "La muerte llama al Arzobispo" ya os contaré, porque pese al irregular ritmo de la novela, me da muchas luces de algunos temas. Me preguntó, como todos los veranos, un conocido por lista de libros para recomendar en verano , para que los niños lean. Siempre he cometido el error de pasar alguna o compartirla, pero todo error conlleva una nueva oportunidad en germen en su interior: y reflexionando sobre lo que un conocido me contaba hace unos meses, le propuse a ese padre otra cosa mejor. Experimento total porque no la he probado. Ingredientes : Media mañana libre de fin de semana (sábado ,mejor) Haber hablado con el niño de la conveniencia de la lectura en verano (si es sin discusión, mejor) Estar dispuesto a hacer el esfuerzo también de leer (si es sincero, mejor) Si es una política familiar común mejor (esto es, progenitores A y B, e hij@, hij@', hij@", etc.) Una librería (si eres de Sevilla, sin duda te diría que fueras a Tarsis y p

Cada vez que me consigo uno de estos  libritos , me enamoro más de la colección . Es más, pienso que en vez de editar esos costosos volúmenes promocionales que ciertas empresas o instituciones (públicas) tienen la manía de regalar, y que sólo están destinados a lucir su canto, podrían ser sustituidos por una de las series de esta iniciativa. Y podría ser una forma de fomentar el ahorro público, entregarla con la conditio sine qua non de ser leídos. Cada serie, además, lleva un título que resulta de lo más sugerente (albariño, tempranillo, verdejo...), pero es que son "letras selectas" que enamoran. Ahora estaba con "Ensayos sobre el arte de escribir" , que me ha descubierto a un Stevenson distinto al que tenía estereotipado, aunque hubo de ser un personaje singular en cualquier caso. Os copio lo que ayer leía mientras la tenue luz de la lámpara iba iluminando mi somnolencia (es cierto que tengo muchas esquinas dobladas de este ejemplar, pero no quiero agobiaro

Es lógico, o me lo parece, que la gente pregunte si estoy, voy a, o pienso escribir otro libro. Yo mismo no sé responder a esa pregunta: por una parte, tengo tanto que leer...; por otra, tengo varios proyectos en el tintero, pero sin saber muy bien cómo terminarme esos quesos. Así que -de momento, y para aquellos que tengan interés en ver cómo se me sigue dando eso de escribir-, aquí os dejo una primicia, un relato:  "Un truco y final" . Lo he publicado en Amazon a modo de prueba, sé que eso lo limitará a algunos lectores, pero seguiré investigando formas de hacerlo más accesible. La licencia está pensada para que se pueda compartir por Kindle. Algunos lo leísteis. De todos espero vuestros comentarios, en serio. Es fácil que situéis el momento en que lo escribí, el contexto, y el tono del relato avanza estados de ánimo posteriores. Quienquiera saber más, que me contacte.

Ayer era el día para haber posteado algo, pero bueno, para mí,  Fidel es un nombre* que también tiene resonancias líbricas, y hoy es S. Fidel*. Me comentaba un buen amigo que él echa de menos dos cosas en la red: una, listas de libros para incitar a la lectura; la otra, que es su proyecto de fin de Máster, y  que tiene más miga de lo que piensa . Tengo otro conocido que es reacio a cualquier tipo de listas de libros. Yo soy de los que ni tan corto ni tan largo. Tengo varias listas de libros de las que voy echando mano, y de vez en cuando, un entrelibro. Este entrelibro de hoy creo que encaja en el género de los clásicos, y ameno acercamiento a ese tándem tan prodigioso que parece que fue Dickens y Collins, Calle sin salida . Una historia bien llevada, con descripciones y personajes al estilo Dickens, su punto de intriga con ese anticipo collinsiano que te preanuncia la tragedia sin terminar de desvelarte todo lo que va a llegar finalmente. No es muy largo, y se deja leer más q

Es fácil dar consejos al maestro desde la barrera, él está frente al berraco y tú no te juegas nada. Sentada esta premisa, me atrevo a compartir mi impresión acerca de un evento vivido recientemente: un chaval con el que he estado unos días, 13 ó 14 años, me comentaba que tenía que leerse para el cole un libro, una novela, de 375 páginas, en inglés, de un tema que tampoco es que le emocionara especialmente. Asumo la preocupación de padres y colegios por el fomento de la lectura. Pero, ¿y si nos paramos 5 minutos antes de volver de Semana Santa y reflexionamos sobre estas preguntas que lanzo al vuelo? 1.- ¿De qué libro diría sin duda que me ha cambiado -realmente- la vida? 2.- ¿Qué ventaja me aporta personalmente la lectura (hoy)? 3.- ¿Qué libro me estoy leyendo actualmente? 4.- ¿Cuánto tiempo le dedico a la semana a la lectura, y por comparar -sin ánimo de hacer sangre-, a la tele? 5.- En casa, en clase, ¿hay libros a la vista? (¿O quizás estén como esos atlas ilus