About "Ana y la Sibila" de Antonio Sánchez-Escalonilla
Acabo de terminar (en diagonal, lo reconozco) esta novela juvenil. Me ha dado para reflexionar sobre algunos puntos.
1. Es muy fácil leerse una novela y poner cuatro pegos, que pueden ser verdad o no, y echar por tierra el trabajo de mucho tiempo. Anoto esto, en primer lugar, y como "proyecto de escritor", porque quede reflejado que este libro está bastante trabajado. Aunque no sea novela histórica, se preocupa de recoger algunos datos, términos, descripciones, etc. que habrán exigido una puesta al día y una labor de orden interesante. Mérito que ha de sumarse en la lista de "pros".
2. Dicho esto, árbol va... No, todavía. Otro punto a favor es que me ha recordado cómo las historias deben avanzar a la par que los personajes. Estoy leyendo "por encima" a una Brontë, y es parte del encanto de escritoras de esa talla, y de cualquier novela en general, conseguir que a medida que avance la trama, vayas conociendo mejor a los personajes.
Por resumirlo en una máxima: que en el fondo, cada hecho relevante debe servirte para conocer mejor los caracteres de los protagonistas; o dicho de otro modo: no hagas que los hechos narrados sean superfluos en este sentido.
3. Y la principal pega que le he visto a esta historia es su ritmo desigual. La trama se condensa en pocos párrafos, y otros de pensamiento o reflexiones de los protagonistas transcurren lentamente. O a veces, da la impresión de que los cambios en los caracteres de los personajes acontecen de forma un poco brusca. Y en algunas ocasiones, por ejemplo, se detiene mucho en algunas escenas, o se toma mucho tiempo en narrar un viaje o trayecto, que en comparación con otros episodios, son mucho más cortos.
He notado esto, seguramente, porque hace poco me han corregido en el mismo sentido. Y ya se sabe: antes se ve la mota en el ojo ajeno, que el desprendimiento de retina en el propio.
Bueno lo dicho, espero que el autor no se enfade conmigo. Lo digo, y no es mentira, a veces es difícil encontrar a quien te lea la cartilla.
2. Dicho esto, árbol va... No, todavía. Otro punto a favor es que me ha recordado cómo las historias deben avanzar a la par que los personajes. Estoy leyendo "por encima" a una Brontë, y es parte del encanto de escritoras de esa talla, y de cualquier novela en general, conseguir que a medida que avance la trama, vayas conociendo mejor a los personajes.
Por resumirlo en una máxima: que en el fondo, cada hecho relevante debe servirte para conocer mejor los caracteres de los protagonistas; o dicho de otro modo: no hagas que los hechos narrados sean superfluos en este sentido.
3. Y la principal pega que le he visto a esta historia es su ritmo desigual. La trama se condensa en pocos párrafos, y otros de pensamiento o reflexiones de los protagonistas transcurren lentamente. O a veces, da la impresión de que los cambios en los caracteres de los personajes acontecen de forma un poco brusca. Y en algunas ocasiones, por ejemplo, se detiene mucho en algunas escenas, o se toma mucho tiempo en narrar un viaje o trayecto, que en comparación con otros episodios, son mucho más cortos.
He notado esto, seguramente, porque hace poco me han corregido en el mismo sentido. Y ya se sabe: antes se ve la mota en el ojo ajeno, que el desprendimiento de retina en el propio.
Bueno lo dicho, espero que el autor no se enfade conmigo. Lo digo, y no es mentira, a veces es difícil encontrar a quien te lea la cartilla.
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