Intriga clásica
Todos los públicos: juvenil.
Valoración 9/10
En esta ocasión he leído "La Dama de blanco" de Wilkie Collins, un clásico de la novela de suspense o intriga. Desde hacía tiempo buscaba un hueco para leer o este libro o "La piedra lunar": me aconsejaron que empezara por éste, y no me ha defraudado.
Narra la historia de Walter Haltright, un pintor justo y honrado, su desafortunado amor con una dama de mayor posición social que ella, Laura, que por su inocencia e ingenuidad es vilmente engañada, y una extraña chica de un parecido increíble con la anterior y que se encuentra una noche, en extrañas circunstancias con Walter, cambiando el curso de su vida para siempre...
Desde el primer momento la trama te atrapa. Poco a poco el autor consigue embaucarte y "engancharte" a la historia, y aunque a veces puedes intuir cómo terminan algunos de los episodios, no puedes prever cuál es el camino que te llevará hasta el final.
Si no me he enterado mal, la novela se publicó en la revista semanal de Dickens (al que ya le dedicamos un hueco con motivo del bicentenario), y por eso consigue, sin caer en el agotamiento, mantener la tensión durante todas las páginas. Al terminar la segunda época, por ejemplo, pensé que qué más podía contar, y sí, podía contar más.
Lo mejor de la novela es la manera en que intercala la profundidad de los personajes y sus carácteres con la propia acción, y cómo los anteriores, son fundamentales en el desarrollo de la historia, importando más, en ocasiones, que la trama. Me ha servido para recapacitar en la importancia que tiene en una novela que los personajes tengan un carácter definido y mucha profundidad. Oido cocina.
Valoración 9/10
En esta ocasión he leído "La Dama de blanco" de Wilkie Collins, un clásico de la novela de suspense o intriga. Desde hacía tiempo buscaba un hueco para leer o este libro o "La piedra lunar": me aconsejaron que empezara por éste, y no me ha defraudado.
Narra la historia de Walter Haltright, un pintor justo y honrado, su desafortunado amor con una dama de mayor posición social que ella, Laura, que por su inocencia e ingenuidad es vilmente engañada, y una extraña chica de un parecido increíble con la anterior y que se encuentra una noche, en extrañas circunstancias con Walter, cambiando el curso de su vida para siempre...
Desde el primer momento la trama te atrapa. Poco a poco el autor consigue embaucarte y "engancharte" a la historia, y aunque a veces puedes intuir cómo terminan algunos de los episodios, no puedes prever cuál es el camino que te llevará hasta el final.
Si no me he enterado mal, la novela se publicó en la revista semanal de Dickens (al que ya le dedicamos un hueco con motivo del bicentenario), y por eso consigue, sin caer en el agotamiento, mantener la tensión durante todas las páginas. Al terminar la segunda época, por ejemplo, pensé que qué más podía contar, y sí, podía contar más.
Lo mejor de la novela es la manera en que intercala la profundidad de los personajes y sus carácteres con la propia acción, y cómo los anteriores, son fundamentales en el desarrollo de la historia, importando más, en ocasiones, que la trama. Me ha servido para recapacitar en la importancia que tiene en una novela que los personajes tengan un carácter definido y mucha profundidad. Oido cocina.
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